Futaleufu, dejamos Chile, y nos llegamoa a El Bolsón

2016/02/19                             

Dejamos Puyuhuapi camino de La Junta y de la Villa Santa Lucía. 
Hace unos pocos años la carretera austral terminaba aquí, o empezaba según se mire. Hoy se prolonga unos pocos kilómetros más hasta Chaitén, desde donde puedes, solo mediante barco, seguir subiendo hacia el norte.
Un poco después de La Junta, abandonamos la ruta para internarnos por el valle Mirta. Solo teníamos referencia de un mirador pero nos apetecía entrar en un camino por zona despoblada.
La referencia la tenemos equivocada, pues cuando llegamos al punto indicado estábamos en la zona más baja del valle y cruzando un pequeño puente por donde discurre el río con el agua más cristalina que he visto. Ves las piedras del fondo pero no percibes el agua corriendo.

Regresamos y en el camino nos cruzamos con un ciclista; reducimos velocidad, él hace lo mismo y cuando nos cruzamos estamos casi parados, tanto que terminamos de parar y charlamos un rato.
Saludos, presentaciones y comentarios sobre la belleza del valle. 
Nos comenta que una hija suya vive en Barcelona y él viaja, al menos, una vez al año a Europa, principalmente Italia; reconoce que hay paisajes preciosos, pero están llenos de gente. Sin embargo estos valles pueden ser igual de bonitos pero solitarios.
“Vosotros sois las primeras personas que he visto desde que empecé”, nos comenta.
El se hace un recorrido de unos 50 o 60 kms y luego viene su mujer, en este caso con su hijo, a recogerle donde han quedado.
No es una mala forma de pasar las vacaciones.

En Santa Lucía nos desviamos a la derecha, tomando la CH235 que nos llevará hasta Futaleufu. Paramos a comer en el lago Yelmo. Al fondo tenemos una imagen que nos hace estar en un fiordo noruego.
Lago Yelmo
Río Futaleufu

Poco después nos encontramos con el río Futaleufu (en mapache Gran Río). 
Es uno de los destinos mundialmente reconocido para hacer rafting. Son unos 30 kms de rápidos con diferentes dificultades.
Es claramente favorito, el río, de los americanos USA.

Uno de los recodos de los rápidos

Nosotros paramos a dormir en el pueblo, a modo de despedida de Chile.


2016/02/20                            

Abandonamos Chile, por mi parte con cierta nostalgia, por parte de Adela esperando un poco más de calor.

Casi recién ingresados en Argentina, nos desviamos por una pista para ver las cascadas de Nat&Fall. Un cartel nos indica que las han convertido en Reserva Natural Provincial y el acceso cuesta 100 pesos  por persona (7,5€). 
‘Ayer’ se entraba libremente. Me cabreo, pues a este paso ver un pájaro volando será motivo de pago.
Damos media vuelta, y tomamos el siguiente desvío que nos llevará al lago Rosario y a la aldea del mismo nombre. 
La aldea es mapuche y en ella se venden tejidos típicos de esta comunidad.
La venta la han centralizado en un edificio de la comunidad pero está cerrado.
Vemos los artículos que venden por las ventanas; calcetines, gorros, guantes, mantas y ovillos de lana. Todo esta confeccionado en dos colores, crema clara y marrón. Los dibujos de adorno son sencillos pero agradables. Lo mejor hubiera sido comprar alguna madeja, pero hoy no es el día de las visitas.


Llegamos al pueblo de Trevelin, también fundado por galeses. ¿Os acordáis de los pueblos de Trelew y Rawson?, los visitamos al bajar por la costa atlántica, justo pasada la Península Valdés. 
Estos fueron los primeros pueblos que fundaron los galeses, Lugo remontando TODO el río Chubut, llegaron hasta la cordillera andina y fundaron Trevelin.
Es un pueblo precioso, bastante más evolucionado que los de la parte chilena.
Nos avituallamos e informamos sobre el PN Los Alerces. Nos llama la atención su tempranero año de creación, 1937, y su tamaño, 26.300 kms2.

En Gales al Sur, agencia de viajes, reservamos billete para la visita al Bosque de Alerces del día siguiente.

De buena gana nos hubiéramos quedado en este pueblo, pero es demasiado pronto, por ello seguimos al PN Los Alerces.
Antes de entrar por su puerta sur, percibimos los estragos del enorme incendio que estaba declarado en enero, cuando bajábamos hacia Ushuaia.
Nubes de polvo se levantan desde las laderas quemadas; es muy parecido a ver una tormenta de arena en el desierto.

Kilómetros adentro de la puerta está el Centro de Interpretación. Divisamos otra enorme área quemada. En el CI nos cuentan que esta es del año pasado y la de la entrada de este año. Los dos incendios han sido provocados.

Lago Verde
Al pasar por el río Arrayanes tenemos esplendida vista.
Poco después llegamos al lago Verde. En su orilla está el camping donde dormiremos.

El nivel de los camping en esta parte de argentina, cordillera de los Andes, es mucho más alto que los de su parte atlántica, y que los del lado chileno.

Damos un paseo para conocer uno de los árboles importantes de la zona, el ‘arrayan’.
Son de la familia de los eucaliptos, pero no se parecen en nada por su exterior.
Ramal de Arrayanes
Su madera es de color naranja, con una piel muy fina; tanto que si la frotas fuertemente con la mano se la puedes quitar.
Necesita un gran aporte de agua, por eso donde mejor se le ve es en zonas cercanas a lagos o ríos.
En su parte exterior, casi a borde de piel, suben canales con agua prácticamente intacta, así, si pones la palma de la mano sobre su piel, notas que está muy frío.
Las hojas son pequeñas y de verde intenso, parecidas al boj; sus flores blancas y reducidas desprenden un aroma dulzón.

Llevamos algo más de la mitad del parque recorrido y te das cuenta de la diferencia entre los PNs del Chile Austral y los de Argentina del suroeste.
En Chile, quitando excepciones, son de difícil acceso, herméticos, casi prohibidos para el visitante. El ejemplo más claro es el PN de Corcovado.
Le quise visitar junto a la desembocadura del río Tic Toc. Imposible.
En Argentina el concepto de PN tiene un componente de uso y disfrute grande.
Indudablemente hay una merma de la virginidad de la naturaleza. El tema está en fijar un punto de equilibrio.
El enfoque de estas dos actitudes, creo está en la sicología de cada país.
El hedonismo argentino es la fuerza que mueve su modelo de parque.

Hace tiempo que vengo dando vueltas a la idea sobre las diferencias sicológicas y anímicas que hay entre Argentina y Chile.
Una es ‘LA Argentina’ y el otro es ‘EL Chile’.
Esta diferencia de género es el hilo por el cuál se puede desenredar la madeja y entender mejor las características de cada país.
El que quiera puede verlo como un modelo clásico de ‘los principios femeninos’ y ‘los principios masculinos’.


2016/02/21                 

Nos levantamos tranquilos pues hasta las once de la mañana no tenemos que estar en Puerto Chucao. Para ello tenemos 15’ de coche y luego una andada, paralelos al río Menéndez, de unos 45 minutos, donde llegaremos al inicio del lago del mismo nombre.
Desde aquí, todos los días a las 11h15’, sale el barco que conduce al Bosque de los Alerces.
Es una visita guiada que permite conocer la importante historia de este árbol.


Es pariente del ciprés y muy longevo. Ver ejemplares de 300 a 500 años es muy normal.
El Alerce abuelo
El de más edad que puedes ver, tiene 2.600 años.
La pregunta es, ¿por qué quedan tan pocos longevos?:
La madera del alerce es muy blanda, se trabaja muy bien y es muy duradera (esto último me ha roto mi esquema mental sobre maderas). Según el guía, los chilenos cortaron sus ejemplares para vender la madera y luego pasaron a la zona argentina (hablamos de las tres primeras décadas del siglo pasado), para seguir con el negocio.
Este se interrumpió cuando se declara la zona Parque Nacional.
Los primeros que se cortaban eran los más grandes (= a viejos), excepto si después de una prueba se confirmaba que su madera tenía vetas retorcidas.
Este es el caso del ejemplar que ahora podemos disfrutar.

Paseo por el bosque Los Alerces
El alerce es un árbol con una gran necesidad de agua; su ideal es una pluviosidad de 5.000 mm., lo que traducido quiere decir 5.000 litros por m2 y año.
Por debajo de los 3.000 mm, le cuesta crecer y más aún nacer.
Su crecimiento es lento; el tronco crece 1 mm si la lluvia es abundante y en caso contrario se queda en 0,5 mm.
Nuestro ejemplar, después de sus 2.600 años, solo tiene un tronco de 2,8 metros.
La altura que pueden alcanzar es de entre 50 y 70 metros.
Alerce en lenguaje mapuche se dice ‘lahuan’ y significa ‘abuelo’.

Después de la visita desandamos todo y regresamos al parking a por el coche.
Salimos hacia El Bolsón.
Su nombre proviene de su situación geográfica. Está rodeado de montañas y los caminos cuando llegan a ellas, descienden hacia el pueblo.
La ubicación le confiere un clima especial, muy del agrado de Adela, y de los ‘hippys’ que en los años ‘80’ lo popularizaron.

Es tranquilo y agradable.

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