Talampaya, Santa Fé y Uruguay

2016/03/06                             

Abandonamos Mendoza para llegar a Uspallata. 
En el camino el pueblo y el embalse de Potrerillos, piden una parada, sobre todo a primera hora de la mañana; con las aguas tranquilas, los reflejos en el embalse merecen verse.

En Uspallata no paramos seguimos por la R7 hacia la frontera con Chile.
No llegaremos a esta.
De Uspallata a la frontera chilena
En seguida te empiezas a embobar con las paredes ocres, verdes, perpendiculares y enormes.
A unos 40 kms encontraremos El Puente del Inca, formación geológica curiosa.

Puente del Inca
Es un puente construido por la naturaleza. No hay una solución clara al cómo se pudo formar.
La más aceptada es por un largo proceso de hielos e impurezas, que fueron creando una estructura sólida y cuando el hielo desaparece, voilá, queda el puente.
Por supuesto el río hizo el orificio para poder llamarse así.

Además de la curiosidad anterior, llama la atención los colores que han producido los minerales mezclados en las aguas sulfurosas, tanto por encima del puente como en las caras laterales y verticales del río.
Esta agua alimentó un balneario desde 1904. Sobre 1935, una compañía inglesa construyó un hotel de lujo (con cine, teatro, sala de baile), tanto como para atraer turistas ingleses hasta este punto y en aquella época.
El pequeño tren que existía tenía la estación más importante en Puente del Inca.
En la década de los 80 del siglo pasado una avalancha propició fuertes desperfectos en la estructura del hotel y cerró.

Lo de Puente del Inca, no es un capricho, es porque los incas venían a reunirse en este punto por sus benéficas aguas y para pasar de Chile a Argentina o viceversa.

Me explico; desde Cusco nacen dos caminos hacia el sur; uno sigue la cordillera por su parte oriental (Bolivia-Argentina) y el otro por la occidental (Perú-Chile). Justo en esta zona se juntaban los dos caminos. En las altas cimas de por aquí también hicieron enterramientos en ofrenda a sus dioses, similar al de la ‘Niña Juanita’ en Arequipa.

Cuatro kilómetros más arriba está la entrada al Parque Regional del Aconcagua. Después de un pequeño recorrido llegas a la laguna Los Horcones y desde allí, si las nubes te dejan, puedes ver la cima de la referida montaña.

Cordillera del Aconcagua vista desde oriente
A nosotros no nos dejó, por lo cual no tardamos mucho en regresar a Uspallata donde dormiríamos.

Un último comentario del día.
Subiendo hacia el Aconcagua, vimos a una familia, padre, madre, hija, hijo e hija. Los cuatro primeros en sus respectivas bicis y la última, niña pequeña, iba medio tumbada en una plataforma que salía por delante de la bici del padre.
Bajando los volvimos a ver y nos sorprendieron más.
En el camping donde dormimos, apareció la familia.
Son franceses y como la madre habla un poco de español, nos comentó que la hija mayor tiene 12 años, el hijo diez y la pequeña 5. Que salieron del sur de Chile en setiembre pasado y estarán hasta el próximo agosto. Un año sabático.
Hacen un par de marchas; contratando algún apoyo si lo ven necesario por los críos y descansan otro par. En el descanso, los padres dan algún tipo de clase a los críos.
Ahora quieren llegar a Mendoza y tomar un trasporte hasta Tucumán. Desde allí enfilarán para Bolivia y Perú, llegando a Lima, desde donde retornaran a Francia.
Palabrita del niño Jesús; cuando llegaron al camping el chaval empezó a darse carreritas.
Ellos se hacen las comidas.
Nos dio un poco de apuro preguntarles por las recetas, pero tienen que ser parecidas a las de Asterix.



2016/03/07                          

Hoy es una etapa de transición para quedar a tiro piedra de Villa Unión, pueblo de entrada al PN de Talampaya. Este es nuestro último destino en el recorrido de la Cordillera.
En el camino de hoy ya notamos la sequedad del terreno. Solo se salva el pueblo Del Barreal, verdadero vergel y lugar de descanso como pocos.

En la zona, normalmente, en verano tienen los 40ºC y escasas lluvias.
Lo que es normalmente no quiere decir siempre y el sábado pasado tuvieron lluvias torrenciales, produciendo desprendimientos y avalanchas de barro.

Sin querer ser macabro. Paramos en uno de los pueblos a comprar pan y una clienta pide una cajetilla de cigarrillos; la despachante le dice que si no deja el fumar, y la clienta le contesta:
“Si para que venga una avalancha de las del sábado, me mate y yo en el esfuerzo de dejar de fumar”.
Eso fue lo que pasó, han tenido varios muertos por estos corrimientos de tierra.
Nosotros en algún punto tuvimos que superar más de dos metros de fango y piedras acumulados sobre la carretera.

Pasamos por el pueblo de Rodeo, famoso un mes al año por los 120 Kms/hora que tienen de viento y donde se concentran surfistas de buena parte del mundo para ‘volar’ por las aguas de su lago.
Fuera de ese mes también hace mucho viento. Damos fe.

Llegamos a San Jose de Jachal donde dormimos. Al llegar, nos encontramos un pueblo polvoriento con sus calles levantadas pues están construyendo el alcantarillado.
A media tarde, después de la fuerte lluvia que cayó, sus calles eran un bebedero de patos, pero estábamos alejados de esos 40º C. famosos. 


2016/3/08 Y 09                               

Hoy partimos a nuestro último objetivo de visita en la Cordillera, el Parque Nacional de Talampaya y el Parque Provincial Ischigualasto.

Destrozos por las tormentas
Para ello ponemos rumbo a Villa Unión.
En una gran recta, de unos 60 kilómetros, que hay en el camino, siendo tacaños en la estimación, pudimos pasar unos 300 badenes anegados de lodo y piedras, algunos con la mitad de la carretera desaparecida, por las lluvias caídas.

En Villa Unión nos informamos sobre las visitas a los Parques.
Una carretera pasa de norte a sur por el Parque Nacional y a su salida, torciendo a la derecha, a pocos kilómetros, está el Parque Regional.
Nosotros visitamos primero el Talampaya y como tiene servicios de camping y restaurante, hemos dormido en él.
La Basílica

Magia pura
 Aunque los parques están divididos por una frontera provincial (el PN pertenece a Rioja y el PP a San Juan) y tienen fórmulas de gestión diferenciadas (la del PN es una concesión privada y la del PP es de gestión pública), no es suficiente para separarles de una unión que nació hace 250 millones de años.
Entre los dos contienen la historia del Triásico en sus diferentes etapas (inferior, media y superior). Esta historia abarca unos 60 millones de años.

Talampaya, significa ‘el árbol del río seco’ e Ischigualasto significa ‘la tierra sin vida’.

Los 'Dinos' todavía existen
Al que le guste, sobre todo, la geología y la paleontología, tiene un sitio para disfrutar, y si nunca te ha dado interés por estas especialidades, aquí empezará tu gusto por la existencia de la Tierra sin el hombre.

Ver paredes de roca de arenisca talladas a cincel; petroglifos tallados no se sabe por quién; enorme cantidad de bolas redondas como balones de fútbol, discutiéndose su formación; andar por el suelo de un antiguo y enorme lago que parece un paisaje lunar; contemplar restos de los primeros dinosaurios, de poco más de un metro, petrificados; quedarte a dormir en soledad en el parque de Talampaya, bajo un cielo estrellado;
Las enigmáticas bolas
Fueron razones para un final de viaje en plan fuegos artificiales.


Al final de la visita del segundo día, nos enfilamos hacia nuestro regreso al inicio donde empezó este viaje, Montevideo.

La primera parada para dormir fue en Capilla del Monte, lugar donde ya estuvimos durmiendo al final de la primera parte.


2016/03/10                          

Segunda etapa de transición y penúltima en Argentina antes de pasar a Uruguay. Su meta estuvo en Santa Fe.
La ciudad de Santa Fe, como dicen, no deja de ser un pueblo muy grande; nosotros aceptamos como real la definición.
Este pueblo tiene dos cosas que si merecen la pena probar:
Cervecería Santa Fé
Sus alfajores, que a mi gusto son los mejores que he tomado, y su fábrica de cerveza ‘Santa Fe’, en la cual puedes tomar ‘picadas’ (como se dice por aquí), al tiempo que pruebas sus diferentes tipos de excelente cerveza.
La probatura la realizas en una dependencia que está en la acera de enfrente de la propia fábrica y separadas por una calle. Unas tuberías aéreas la abastecen directamente desde la fábrica al grifo, y de allí a tu copa.

Por lo demás, poco más.


2016/03/11                          

En la primera mitad de la mañana estuvimos visitando ese ‘poco más’ que comentábamos ayer.
Después, pasando por el túnel del río Paraná, salimos a la ciudad del mismo nombre y enfilamos al pueblo de Colón, justo en la frontera con Uruguay.


Ahora, escribo esta última crónica de Argentina, a orilla del río Uruguay, a pie de playa y oyendo  el agua en la ribera como el rumor de un mar muy relajado.

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