2016-01-18
-“Diego, por Dios, Diego, ¡responde¡.
¡Por favor, un
médico, por favor’”.
Estas exclamaciones, repetidas, nos sacaron del duerme-sueña
sobre las 6 de la mañana, casi 7 horas pasadas desde que el avión despegó en Madrid. Eran
las de una mujer de pie, con una niñita
en brazos, en la oscuridad del interior del avión pidiendo auxilio ante un
marido inconsciente.
El marido se acabó recuperando de la posible lipotimia, pero
la sensación que nos dejó en el cuerpo la angustia de la mujer no desapareció tan
fácilmente.
El viaje fue marcado por la estrechez de habitáculo para el
pasajero. Cuánto añoramos el espacio que había en nuestro anterior vuelo de Iberia para la primera parte del recorrido por Sudamérica. Al final
para decidir un billete de avión vamos a tener que preguntar hasta por las
aficiones personales del personal de vuelo.
Acabamos aterrizando sobre la hora prevista y sin mayor
contratiempo nos encontramos en la calle de un día de pleno verano. La última
vez que pisamos calle fue ayer, en un día de invierno también pleno. Estas son
cosas del mundo moderno.
Llegamos al hotel y de inmediato empezamos con los temas de
logística; compra de la tarjeta SIM, cambio de euros a pesos (lo seguimos
haciendo en la calle pues todavía hay un 3% de ventaja y sin comisiones).
Ayer, a última hora, me empezó a molestar el ojo bueno; me
dolía cuando ejercía una ligera presión sobre el párpado. Hay un significativo
derrame. Como ojo bueno solo hay uno, no hemos querido arriesgar y puestos en
contacto con Europ Assistance nos han dado instrucciones de cómo proceder para
hacer una consulta médica.
El diagnóstico es favorable, solo son unas hinchazones en la
parte externa del ojo producidas por un exceso de sequedad y una posible
pequeña infección. Unas gotas aplicadas 3 veces al día durante una semana,
deberían ser suficientes.
Más tranquilos nos fuimos a ver a Juan Pablo, hijo de una
amiga de la esposa del hermano de mi consuegro por parte de nuestra hija África.
Uf, demasiado árbol genealógico, mejor decir un amigo.
Hablamos del Dakar pues ha producido pequeños vídeos de
promoción con cara al próximo año; hablamos de política y de historia; nos hizo
una entrevista sobre nuestro viaje anterior y del por realizar, para publicar en
redes sociales, y sobre todo, nos dio consejos de sitios y temas a ver en esta
segunda etapa.
Me sorprendió el conocimiento que tiene en lo relativo
a su país. Le comentaba cuestiones de mucho detalle de por donde íbamos a
pasar, incluso cuando tomaremos pura pista, e identificaba el sitio y me decía curiosidades
sobre el área.
Nos preguntó por nuestra primera parada en el viaje y le
respondimos que en Tandil.
Nos miró con cara de asombro y nos comentó que esa, si
pudiera, sería su ciudad ideal para vivir en Argentina.
Él es de Río Gallegos, la mayor ciudad de Argentina al sur
profundo. Su abuelo fue el primer gobernador democrático de la zona, y fundó el
pueblecito ’28 de Noviembre’ al límite con la frontera chilena y a la altura de
Puerto Natales. La razón de la fundación fue asegurar que Chile no desplazara
la frontera más al este.
Esta idea de asegurar que Chile no tomara territorio al este
de los Andes me la he encontrado en mis lecturas previas al viaje y la volveremos a sacar en otro momento.
La conversación fue magnífica, agradable y abundantemente
regada con cerveza Quilmes (sí ya se que no es precisamente la mejor cerveza argentina).
Nosotros nos retiramos al hotel con la sensación de llevar
tres días sin dormir.
Mañana hemos quedado a las nueve con el mecánico para
retirar el coche.
2016/01/19
Nos
encontramos con Pablo Jaton en su taller. Repasamos la revisión al coche y nos
comentó que solo han realizado acciones de mantenimiento. Siguiendo el consejo
de Ramón, al tener la ITV española caducada, mejor solicitar un informe técnico de
validez para circular por Argentina; el ahorro puede ser de alguna multa y
quebraderos de cabeza.
Pablo me llevó a una equivalencia de nuestras oficinas
de ITV y después de revisar el coche me dieron el certificado de aptitud (para
el coche se entiende).
Por último y como era de obligación, comentamos cómo les
había ido en el Dakar (a él y a su hermano Ariel). Ariel conducía el coche
totalmente eléctrico de Acciona y Pablo daba el soporte mecánico. El soporte
eléctrico lo daban otras personas llegadas desde España.
La conversación fue muy interesante, aunque él estaba un
poco aturdido, pues en la semana pasada solo dormía un par de horas en la noche
y todavía no estaba recuperado.
Por resumir, el motivo de abandonar la carrera dos días
antes de finalizar la misma, todo un triunfo para un coche eléctrico, fue por los
problemas que tenían con los cargadores de las baterías.
La previsión del tiempo de carga era de
45’ a una hora y estaban necesitando algo más de 2 horas. Eso
les fue comiendo tiempo de descanso, hasta que en el último día llegaron a meta
a las seis de la mañana cuando el control estaba ya cerrado.
Otro comentario interesante fue sobre las baterías. La
generación del año pasado pesaban 2.000 kilos y tenían una autonomía media de
200 kms, las de este año pesaban 1.000 kilos y con una autonomía media de 400
kms. Ya hay otra nueva generación preparada.
El punto estrella de la conversación se lo doy al comentario
sobre la forma tan diferente de conducir un coche eléctrico a uno de
combustión. Para los que tengan experiencia en conducción sobre arena y en
concreto en dunas, imaginar que paráis el coche a mitad de la duna y dando al
‘acelerador’ sale como si estuviera en llano. La totalidad del ‘PAR motor’ se
obtiene desde la primera revolución del motor. El par es el mismo a 10
revoluciones que a 3.000.
Mi cerebro se disparó en imaginaciones al oír
esto y mi deseo, aún más, en poder probar un coche de este tipo en la arena.
Eso sí, hay que tener mucha finura en la conducción pues con ese par de golpe,
lo normal es romper palieres como un tonto.
Por último, no sabían qué iba a pasar el próximo año. Si
Acciona continua con el proyecto o lo venderá a una estructura más grande.
Comentaba que algún fabricante de coches alemán estaba detrás de quedarse con
ello.
Todo se acaba y nosotros nos fuimos a hacer la compra final
antes de empezar el viaje.
Salimos sobre las 14 horas y nos hicimos los 360 kms que nos
separaban de Tandil.
Paramos en el excelente camping ‘Banco de la Nación’ y la
conversación con la señora de recepción, más de una hora, fue todo un lujo. Tan
encantadora como divertida.
2016/01/20
La mañana la dedicamos conocer Tandil (alrededores y centro ciudad). El pueblo está a los pies de una muy antigua sierra, que más que picos son colinas, pero suficiente para mantener un clima benigno, de dulcificación del calor de los alrededores.
El coche lo dejamos en un parking y al salir nos avisaron
que cerraban a las 2 de tarde y abrían otra vez a las 5. Nos pareció una
pequeña locura hacer eso con un negocio, pero luego descubrimos que todo Tandil
cierra a esas horas, pues la comida y la siesta son sagradas. ¡Hay todavía sitios donde el ritmo del hombre es otro!.
¿Por qué quería visitar Tandil y en concreto el museo del
Fuerte Independencia?.
La culpa la tiene Ramón Santamarina y su historia, o la de
la Argentina de su época.
Este Ramón, fue un gallego nacido en 1827, llegado huérfano a
Buenos Aires con 16 años y como la mayoría, con lo puesto.
Trabajo de peonadas y con ahorros compró una primera carreta
para hacer portes entre la capital y los fuertes de la zona; después también a
los propios civiles que se fueron asentando.
Llegó a ser una de las mayores fortunas argentinas.
Hay más de un parecido entre la conquista del ‘far-west’
norteamericano y la del ‘far-sud’ argentino.
Pioneros, dureza, asentamientos, coincidencia
en fechas, exterminio de indios, e historias increíbles.
Por no cansar, solo decir que hubo dos criterios para tratar
el tema de los indígenas, los cuales, dicho de paso, sentían que les estaban
invadiendo y se oponían a ello. La postura inicial, representada por el
ministro de Guerra, Alsina, se basó en la creencia de por la costumbre, la
formación y un trato justo, permitiría la asimilación indígena; la postura
posterior fue la del general Roca, futuro presidente del país, de provocar la
desaparición indígena y por lo tanto la del problema.
Roca también argumentaba que
si Argentina no se establecía en esos territorios, lo haría Chile, pues la
tribu con influencia en la zona eran los Mapuches, habitantes del sur de Chile. Roca consiguió su objetivo,
incluso pagando por cada muestra orgánica de un indígena que alguien aportara.
Esta última postura no estaba exenta de intereses
económicos, pues el terreno saldría gratis.
Sobre este particular es clarificadora la historia de Fco
Ramos Mejía. Dueño de una importante estancia y familia, decidió comprar
tierras a los aborígenes al sur del Río Salado y creó la estancia de
Miraflores. En ella convivieron pacíficamente con los aborígenes e incluso
estos trabajaron en la finca. Por su posición, fue mediador entre el Gobernador
de BsAs y los indígenas. Al final se le acusó de ser informante a los indios y
de odio contra la Religión. Fue apresado en su estancia de Tapiales y dado
muerte en 1828. Los aborígenes enterados de su muerte se apropiaron de los
restos y le dieron enterramiento de ‘Gran Cacique’.
Me estoy alejando del tema original, Ramón Santamarina y sus
carretas.
Quería conocer la casa donde vivió y un ejemplo de una
carreta de la época. Por ello la visita al museo ‘Fuerte Independencia’.
Edicto de la policía |
Una carreta, es un enorme carro de dos ruedas (cada rueda mide unos 2,5 metros de altura) y era tirada por seis u ocho bueyes. Servía para recorrer grandes distancias a una media de 40 kms al día. Pensar en los terrenos pantanosos originales, nos parece toda una hazaña.
La chata, es otro enorme carro, de cuatro ruedas, donde las dos traseras son desproporcionadamente mayores que las delanteras. Hay un ejemplo de ruedas trasera que son el doble de mi altura.
Una Chata |
El conductor iba en un pescante situado a unos 2,5 metros del suelo
y el sistema de tracción era soportado por el tiro de 15 caballos. Se usaba
para trayectos cortos, normalmente entre la estancia y la estación de
ferrocarril.
Hoy en Argentina llaman ‘chatas’ a las camionetas o coches
como el Toy.
Sobre las 4 de la tarde, después de la visita y, una vez más, con la imaginación aturdida, enfilamos hacia Bahía Blanca, lugar de pernocta en el único camping de la ciudad.
Bahía Blanca es el mayor puerto marítimo de Argentina y un
centro industrial desmesurado. Es decir una ciudad de las que quiero salir antes
de entrar.
Llegamos al camping, al final de las instalaciones
gasísticas y a orilla de un mar que por falta de tiempo y ganas no quisimos
visitar.
Ya en el camping, tan justito de servicios que el nombre
de camping no le llega, paramos y cuando estoy mirando si la tienda de techo está
equilibrada, se acerca un hombre y me pregunta:
-“También sois de allá”.
Al principio no entiendo bien la afirmación-pregunta, pero
continua,
-“Es la primera matrícula española que veo en nuestro
viaje”.
Voy aterrizando. Nos estrechamos las manos y le confirmo que
efectivamente somos de España. El me señala su ‘motor-home’, una furgoneta
Mercedes donde ha habilitado un enorme furgón con instalaciones de dormitorio,
salón, cocina, ducha y baño.
Se lo prepararon en Alpedrete.
La camper de Yolanda y Carlos |
Su edad podía estar entre los 45 y 50. Yo también me quedé
con las ganas de preguntarles cómo lo hacen, pero me dio corte.
Como siempre, nos contamos las historias viajeras y los
chascarrillos de actualidad.
Nos dijeron que se habían alegrado mucho de vernos pues
siempre coincidían con bilbaínos o con catalanes, pero hasta ahora nunca con
otros madrileños.
Después de cenar, les invitamos a tomar un té, pero ellos no
habían cenado todavía. Cuando confrontamos nuestros horarios, vimos que éramos
de biorritmos distintos.
Ellos cenan y se acuestan muy tarde y se levantan
proporcionalmente. Cuando les dijimos que nos levantábamos poco antes de las
siete, les entró una tiritona.
Ellos arrastran el tiempo, nosotros vamos por
delante del mismo. La conclusión fue dejar el té para otra ocasión.
2026/01/21
Esta
mañana cuando abandonamos el camping sobre las 8 y media, no había señales de
que hubieran abierto un ojo.
Nos dirigimos a Carmen de Patagones (que evocador nombre) y
poco después a Viedma.
Las dos ciudades, fundadas por españoles en los tiempos
donde nacía la Revolución Francesa, comparten la desembocadura del Río Negro,
con la primera situada en su margen izquierdo. Hacen la frontera entre la
provincia de BsAs y la de Río Negro.
Según unas noticias, el Presidente Alfonsín, propuso cambiar
la capitalidad de BsAs a Viedma y consiguió un gran fracaso; según otras
noticias, se propuso dividir el país en dos, uno de Viedma para arriba con
capital BsAs y el otro de Viedma para abajo con la capital en esta ciudad.
También fue un fracaso.
Sobre la hora de la comida llegamos a Balneario del Condor
con una inapreciable temperatura de 35ºC.
Situada justo en la desembocadura del Río Negro, es una zona
turística basada en el playón (no se puede decir de otro modo) que tiene.
Buscamos camping con wifi y solo lo tenía el quinto que
visitamos, pero estaba lleno y dada
nuestra necesidad de ‘soltar’ esta extensa crónica, optamos por tomar
habitación de hotel. Después la climatología nos añadió otra razón más con la
espectacular tormenta que se desencadenó a partir de las 8 de la noche.
La tarde la pasamos paseando por la mastodóntica playa (con
marea baja llega tener un kilómetro de fondo).
El dueño del hotel por la noche nos comentó, que el tiempo
desde hace algún año, lleva un retraso de un par de meses. Que está haciendo el
que corresponde a noviembre; viento del norte con altas temperaturas y a las
horas, viento del sur, frío, que produce un choque y grandes tormentas. En la
Península Valdés nos dijo que hace un par de días, se había producido una tormenta aportando la
mitad de la lluvia de todo el año.
Instalada, iniciaron el recorrido de 10 kms que les separaba del
punto donde podían tener ayuda.
El sitio se llama Punta Mejillón y allí también íbamos nosotros, pues nos habían recomendado su playa como una de las más bonitas de la costa.
2016/01/22
Hoy ha tocado un recorrido de unos 200 kms por la costa, desde Balneario del Cóndor hasta San Antonio del Este.
Este recorrido me lo aconsejo Rubén (Los Molinos) y desde aquí el agradecimiento por el consejo.
La ruta se denomina Costa del Río Negro y es fundamentalmente naturalista.
Un par de kilómetros después hay unos acantilados de arenisca con una colonia de unos 35.000 ejemplares de Loro Barranquero.
A unos 30 kms más, está La Lobería, pequeño asentamiento con magnífica vista al mar, una posada y una parcela que se denomina ‘camping’.
Tres kms más adelante, en Punta Bermeja, está la verdadera ‘lobería’.
Es Reserva Natural donde se pueden avistar lobos marinos desde tres miradores. En la Reserva hay entre 3.000 y 7.000 lobos marinos de forma permanente.
La época en la que hemos venido es buena para observarlos, pues son momentos de apareamiento y partos. Es normal divisar aves disputándose la placenta de las madres.
Hay posibilidades de ver Orcas pues llegan a partir de Febrero, pero es la peor para ver ballenas. El período de su presencia es de julio a diciembre, invierno y primavera patagónicos.
Siguiendo la ruta llegamos a Bahía Creek, admirando sus dunas y una enorme playa donde solo vimos unos pocos pescadores de orilla.
Continuamos hasta la Bahía de Los Loros.
Al bordearla nos encontramos con una caravana ladeada y un par de hombres, con niño, intentando arreglar la avería.
El problema era que se había roto la sujeción de la rueda izquierda con el eje. Estaban haciendo lo único que se puede hacer en esas condiciones y lugar, una ‘ñapa’.
Para ello habían puesto un tablón cuadrado de 30x30 cms de lado, sujetando su extremo anterior al inicio de la caravana y apoyando la ballesta y el eje en el tronco; el extremo posterior terminaba como un metro después del eje y descansaba en el suelo.
El tronco patinaría sobre el suelo, pero el problema era cómo sujetaban a este la ballesta y el eje para que no se desplazaran.
Habían progresado algo con un par de alambres pero no era suficiente, por eso al parar y preguntarles si necesitaban ayuda nos respondieron que sí y sobre todo alambre.
Ese elemento no lo tenía pero buscando en el arcón encontré una eslinga que pensé era su solución. Cuando lo comenté, ellos pensaron lo mismo.
punto donde podían tener ayuda.
Playa de Punta Mejillón |
Llegamos y al verla comprendimos lo ajustado del calificativo. Nos dimos un gran paseo por la playa, incluyendo los roquedales que hay a su extremo sur.
Lo que quedaba de la 'ñapa' |
Al salir nos encontramos con la caravana y un grupo de hombres, en
su fase de análisis y diagnóstico para su reparación. A mi me parecía casi imposible pero he visto que los argentinos son maestros en encontrar soluciones para salir del paso.
su fase de análisis y diagnóstico para su reparación. A mi me parecía casi imposible pero he visto que los argentinos son maestros en encontrar soluciones para salir del paso.
El hombre que nos encontramos en el camino nos indicó que viéramos como estaba el tronco. El metro que había después del eje había desaparecido.
Terminamos de recorrer nuestra ruta observando personas en faenas de marisqueo.
Salimos a la R3, pasamos el pueblo de San Antonio Oeste y llegamos a Las Grutas, pueblecito de turismo donde existe el camping elegido para dormir.
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